Salimos prontito de hotel y nos embarcamos del tirón. A partir de hay navegamos despacito hacia Halong City, desde donde empezamos el viaje.
Allí comimos el lunch, en una mesa circular donde había una plataforma giratoria donde ponían la comida en plan la ruleta de la fortuna. Aquí ha sido la primera vez donde la bebida estaba incluida, jipi!! Empiezo ya a estar un poquito harto de la comida vietnamita: ensalada hervida caliente, pulpo/sepia, rollitos albóndiga (esto esta bueno), pescado, pollo y cerdo.
Después de luch de vuelta a Hanoi: 3 horas de viaje en un minibus donde íbamos enlatados como sardinas.
Camino de Hanoi nos hicieron las tipicas paradas timo a los turistas: paramos en una especie de centro comercial a lo cutre tercermundista donde habían tiendas para comprar perlas y joyas de perlas y jade, y cerámica y artesanía típica del país.
Ya en las cercanías de Hanoi se lío un atasco de padre y muy señor mío. Scooters, coches, camiones atascados y no nos movíamos ni un milímetro. Hubo unos momentos de pánico ya que había gente que tenía que coger otros autobuses para otras destinaciones pero tras unos cuantos telefonazos de Ana (Ang) nuestra guía y las buenas direcciones de la radio sobre el estado del trafico (que menudo tostón...) la sangre no llego al rio y llegamos a Hanoi sanos y salvos.
Ya en el nuestro hotel, nos enviaron a otro donde (mas de baja estopa) nos dieron una habitación para pasar las 3 horas de espera hasta coger el tren y poder ducharnos y descansar. La excusa oficial era que todas las habitaciones estaban llenas, pero nos olemos que como ya nos habían sacado la pasta se querían deshacer de nosotros.
En el otro hotel, que estaba justo al lado, nos dieron una habitación y así nos pudimos duchar y descansar un par de horitas antes de irnos a la estación de trenes. Para ir allí tuvimos otro follón de ordago: cuando compramos los billetes de tren nos dijeron que el taxi para la estación estaba incluido y a la hora de subirnos al taxi van y nos dicen que le tenemos que pagar al taxista 50.000 donhs... ya nos querían timar otra vez! Salimos del taxi de una vez y dijimos de hablar con el mánager del hotel. Después de unos segundos de tensión y nosotros no ceder, nos salimos con la nuestra, que era lo acordado.
En la estación encontramos una especie de McDonalds vietnamita llamado Lotteria (nada que ver con la lotería española...) y por fin pudimos comer algo conocido y decente! Las porciones aquí son enanas.
El tren litera fue la bomba. Nosotros nos imaginábamos un cupe para nosotros solos en plan moderno como mostraban las fotos que nos enseñaron en la agencia y cual no seria nuestra al encontrarnos con un tren y vagón sacado de una película de la 2a guerra mundial y además resulta que el cupe era de 4 personas y no de 2 como pensábamos. Lo compartimos con una pareja muy maja de Alemania que también iba para Hue.
Si eso fuera poco, el aire acondicionado estaba a toda pastilla con la mala suerte de que a Carles y a mi nos había tocado dormir en las literas de arriba. Vaya noche que espera... lo peor es el pobre Carles que ya esta un poco pachucho y resfriado. Las va a pasar putas. Se abrigo para dormir como si fuera en invierno a una cabaña noruega en las montañas y no a Vietnam :-(
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