Día 30: la vuelta a casa... I am feeling blue (actually grey)

El aeropuerto de Stansted nos recibe a las 22:30 con una calida bocadana de aire frio (que gran diferencia con nuestra llegada a Kuala Lumpur al principio...) y lluvia. Que decir, de las caras de la gente que esta esperando en Stansted a otros seres queridos cuando, todos ellos enbuchados en sus chaquetones y bufandas, cuando nos ven salir en shorts, T-short y flip-flops. Alucina vecina!

Despues de cambiarnos y ponernos "el traje de invierno", intentamos encontrar algun sitio donde dormir hasta la hora de partir hacia Rygge a las 6:45, pero por lo visto Stansted es un aeropuerto con pocos sitios donde dormir y mucha gente durmiendo en el. Los poquitos e incomodos bancos que hay, ya estan todos pillados, dejandonos a Carles y a mi las todavia mas incomodas sillas de un cafe ya cerrado a esas altas horas de la noche.

Intentamos todas las posturas posibles y con 2 y hasta 3 sillas pero no hay manera de dormir (en nuestro reloj biologico son las 5:30 y nos acabamos de despertar...) y para hacer el tema mas dificil al lado nuestro se nos sientas una pandilla de rusas menopausicas que no dejan de charlar como cotorras. Ante la indignaciony queja de Carles (en ingles de Cambridge..) ellas contestan que es el cafe que ham bebido y que no las dejaba dormir.

Por fin embarcamos, y no sin que que Ryan Air nos sacara 50£ traicioneras, porque no habiamos hecho el checking en la web... el ultimo timo del viaje, y en Europa!

Rygge (Noruega) nos recibe con un dia frio, gris y triste. La nota divertida de la llegada fue conocer a Thomas, un noruego atipico donde los haya que se nos puso a hablar en Rygge (ningun noruego/a hace eso!!!), nos conto su vida y milagros... que no eran pocos, y hasta me prometio ayudarme en la busqueda del amor. Skål for Thomas! Ojala hubiera mas noruegos locos, bohemios, vividores y divertidos como tu :-) Esto nos ilumino el dia.

Ya en casa, ese domingo machacado por el jetlag y muy a mi pesar ya que le habia dicho a Sebas que iba a ir a su casa a ver el Barcelona - Madrid, cai como mi apellido "Redondo" sobre las 16:00, y me quede frito en el sofa.

Cosa que pagaria mas tarde, ya que el dia despues (lunes 30.11.2009) me desperte a las 3:30 de la madrugada (mi reloj bilogico marcaba las 11:00) a pesar de mis reiterados intentos de seguir durmiendo.... Ante esa situacion no me quedo mas remedio que vestirme e irme a la oficina.

Fue lo nunca visto y lo que honestamente dudo que se vuelva a repetir: un lunes y yo en la oficina a las 4:30.