Día 29: de Kuala Lumpur a Londres

Armados con un ferviente deseo de coronar grandes alturas (especialmente Carles que desde su viaje a Japon el año pasado, ha pillado como hobby visitar los edificios mas altos de todas las ciudades que visita), dejamos el hotel muy de mañanita y nos pusimos de camino las famosas torres Petronas (2o edificio mas alto del mundo) y figura emblemática de Kuala Lumpur.












Nuestro objetivo era subir hasta el puente que une las 2 torres a mas o menos 200 metros (a la mitad). Nos habían dicho que era gratis subir pero que había que hacer cola por la mañana para que te adjudicaran unos minutos determinados a lo largo del día para poder subir.

Encontrar el sitio de los billetes fue una odisea y cuando por fin llegamos, bajando por unas escaleras mecánicas, descubrimos con horror que no había una pequeña cola, sino una marabunta de gente que llenaba toda la sala... game over!






No solo no tenemos tiempo de esperar ya que tenemos que coger el bus al aeropuerto en 3 horas, sino que en el caso de colarnos en esa muchedumbre (muy improbable, aunque Carles hizo un par de amagos...), a lo mejor te dan hora cuando ya nos habíamos ido :( Resignados, nos contentamos con sacar unas cuantas fotos desde fuera y volvimos al hotel para recoger las mochilas e irnos al aeropuerto.

De camino al hotel hay una calle principal donde solo hay sitios de reflexologia podal. Toda la calle esta llena de sitios de masajes de pies! Aquí mi madre disfrutaría :) Por lo visto en Malasia la reflexologia tiene el mismo estatus o incluso mad que el la medicina occidental. Aquí todo el mundo se hace masajes en los pies. Todos lis sitios estaban abarrotados.





Esta vez con tiempo y sin las prisas de ayer, cogimos transporte publico (monorail y bus) y nos costo mucho menos: solo 9,2 ringgis por cabeza y no los 45 de ayer por la noche cada uno.








Una vez en el aeropuerto nos invadió una "infinita tristeza" como diría Manu Chao, ya que por primera vez nos dimos cuenta de que las vacaciones habían desgraciadamente llegado a su fin (ha sido increible lo rápido que 4 semanas han pasado!) y que nos esperaba el frío, la nieve, la oscuridad y una realidad chancha.


Ante el contraste tan brutal que hemos visto entre la cultura occidental (decadente, hedonista, individual, ego centrada y chancha) y la oriental (trabajadora, social, tradicional, respetuosa y en contacto con la naturaleza y el presente), Carles y yo nos hemos dado cuenta de muchas cosas y vamos a hacer una serie de cambios radicales en nuestras vidas...

Las 14 horas de viaje en avión (salimos de KL a las 15:30 horas local y llegamos a Stansted el mismo día sábado a las 22:30) se hicieron rapiditas, gracias a unos asientos espaciosos y el maratón de 4 películas que me casqué: Up, GI.Joe, Wally y Game plan.

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