Pasamos la mañana buscando un nuevo resort y al final encontramos uno perfecto: Beach Resort. En el centro del pueblecillo, donde esta el ambiente y la marcha, a pie de playa y con piscina, aire acondicionado y dos camas, eureka!!! Así que nos mudamos ipso facto. Pagábamos lo mismo que en el otro juntos: 400.000 rupias. Merecía la pena.
En el mismo sitio estaban alojados unos catalanes que conocimos el día anterior, una pareja de recién casados y su amigo, Oriol, que tiene un negocio en Bali. Después de charlar con ellos nos fuimos a dar un paseo. Andábamos por la playa cuando Jose de pronto recoció a lo lejos unas chicas que estaban en el barquito para ir a las islas el día en que llegamos. Nos sentamos con ellas y como la conversación era en ingles, Jose hablaba y yo asentía. Ese es el precio que hay que pagar cuando tu ingles no es fluido.
Las chicas en cuestión se llamaban Paulina y Lisbeth,eran holandesas y muy simpaticas. Después de un buen rato hablando, quedamos en que nos encontraríamos a las 14.30 para dar un paseo alrededor de la isla. Y a las 14.30 estábamos allí y ellas también. Dimos la vuelta a la islita y entre otras cosa vimos una puesta de sol fantástica.
Yo me tome una piña colada muy buena. Luego al llegar a nuestro resort nos dimos los cuatro unos chapuzones en la piscina para mas tarde hablar un poco antes de que las mujeres se despidieran.
Ellas tenían que levantarse pronto al día siguiente ya que se iban de nuevo hacia Lombok donde trabajaban con niños descapacitados. Tenían unos corazones enormes...pero con novio que eso ya lo dijeron claro desde el primer momento.
Mas tarde descansamos en las hamacas hasta las 19.00. A esa hora nos fuimos al minicine pirata que tiene el pueblo. Alli vimos la película "Publics enemies" y mas tarde otra película que no me acuerdo pero que va de un tío que le da por irse a Alaska solo y allí la palma dentro de un autobús: Into the wild. La segunda película era muy lenta y Jose no resistió y se quedo frito como un bebe. Yo por mi parte aguante la película como un jabato. A eso de las 23 estábamos agotados y nos fuimos al resort.
Allí Jose se fue a dormir enseguida mientras que yo me quede en la terracita tomandome un chupito. Cuando ya me iba a dormir aparecieron los catalanes y me invitaron a su bungalow con piscina propia. Allí estuvimos hablando, riendo y tomando mas chupitos hasta altas horas de la madrugada. Y así de relajado transcurrió el día.
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