Día 19: camino a Bali (Indonesia)

Hoy otro madrugón de ordago! Parece mentira que estemos de vacaciones.... Nos levantamos a las 6:00, ya que nuestro tuk-tuk venia a recogernos a las 6:30, y nuestro avión salía de Siem Rep a Kuala Lumpur a las 8:30.

Menudo país Camboya... tienes que pagar por todo. Hasta para salir del país en el aeropuerto tuvimos que pagar 25$ de impuestos a los turistas.

Llegamos a Kuala Lumpur y alli otra vez tuvimos que esperar 3 horitas en el aeropuerto hasta coger muerto próximo vuelo con destino a Bali. Lo curioso es que no tenemos ni puta idea de que ver o donde ir en Bali que coño es Bali. Carles pensaba que Bali era el nombre del pueblecito en cuestión donde estaba la marcha. Después de consultar el Lonely Planet nos dimos cuenta de que Bali es el nombre de la isla y que el pueblo de Bali mas conocido por la fiesta y donde van todos los crapulillas y fiesteros (y donde hubieron los atentados terroristas en el 2002) es Kuta, justo al lado del aeropuerto y paraíso de los surferos y de los australianos borrachines white trash.

Después del numero incontables de timadas a los que hemos sido objeto (y la que nos iban a venir... en Indonesia son unos cracks) fue una bocanada de aire fresco que a la llegada al aeropuerto de Bali (a las 19:30), al cambiar los últimos donghs (Vietnam) que me quedaban (2.000.000) el tipo que me cambiaba la moneda se equivocada (a mi favor!!) y me dieran 35$ en lugar de los 9$ correspondientes ;-)

Kuta fue decepcionante. Era como un Lloret de Mar, Platja d'Aro o Torremolinos en asteroides y anabolizantes: una playa igual de larga que el pueblo pero fea,












millones de puestecitos donde intentan vender de todo, miles de tecno bares a todo volumen con chupitos gratis, cerveza barata y australianos/as borrachos, calles estechas y agobiantes llenas de hoteluchos de mala muerte pegado los unos a los otros...

Nosotros veníamos buscando el paraíso pero encontramos Sodoma y Gomorra. Ante esta tesitura y como esto no era lo que andábamos buscando, decidimos de una vez, irnos de Kuta al día siguiente e ir a las islas Gili a probar suerte. A Carles unos becarios del Icex le habían hablado muy buen sobre esas islas, y parecía que tenian todo lo que a estas alturas en nuestro viaje, andábamos buscando: playas desiertas y paradisiacas de arena blanca y con agua azul turquesa, tranquilidad, relax, piñas coladas, mojitos y a la vez ambiente social y fiesta por las noches. Gili here we go!