La mejor manera de volver con las pilas recargadas ya que los próximos días nos espera una panzada de viaje.
Como colofón y punto final de nuestra estancia hemos decidido darnos un lujo e ir a comernos una barbacoa de pescado de puta madre: yo me puse morado de calamares (400 gr) y Carles también de calamares y un buen fileton de atún.
En el restaurante conocimos a una chica nativa y nos explico porque en las fiestas de la islas solo hay apekatter chicos y ninguna chica. Resulta ser que como es una sociedad munsulmana y machista, a las chicas las tienen super controladas y no las dejan ya que esta muy mal visto que se beban, fumen y se relacionen con turistas.... Pero los apekatter chicos son otra cosa, ellos si que pueden salir, beber y atacar a la yugular a las pobres chanchas que vienen a estos parajes en busca de una "noche nativa" y de comerse un yogurcito que en su país seria impensable.
Terminamos la noche (o el día...) en el pub irlandés, el cual lo cerramos a las 4:00 am Carles, yo y un ertxantxa de Bilbao muy colgado que conocimos el dia anterior. Se hizo honor a su lema de que no tiene hora de cierre, que es cuando el ultimo cliente se vaya.
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