Día 17: llegamos a Siem Reap (Angkor)

Dejamos la capital de Camboya y nos dirijimos hacia Siem Riep, donde estan los templos de Angkor. Lo que pensábamos iba a ser un paseito en autobús, es en realidad una paliza de 6 horas de viaje en carreteras llenas de baches y donde el tamaño de los asientos y la distancia entre ellos esta hecha para los camboyanos. En otras palabras... 6 horas incomodisimas e interminables.

De camino a Siem Riep hacemos dos paradas para comer algo y estirar las piernas, y cual no seria nuestra sorpresa al ver que en los tenderetes y puestecillos del lugar venden como piscolabis y snacks grillos, cigarras, cucarachas y tarantulas!!



Un lugareño, delante de nuestros atónitos ojos, se pillo dos cucarachas negras y se las comió, así como para probarlas y después compro medio kilo. Se sirven en plan a lo noruego con las gambas: tienen una medida (una lata) y te van poniendo. Nos dijo que estaban riquísimas, especialmente con unas cervecitas... vamos que aquí en Camboya, son como tapas.

Una vez en la estación de autobuses (evitando el follón y el caos de ayer a nuestra llegada en Phon Phen), como habíamos reservado de antemano hotel nos estaba esperando un tipo con nuestros nombres en un cartel y nos llevo directamente allí.

Llegamos a las 15:30 y el "simpático" empleado del hotel nos dijo que a las 16:30 nos podía llevar a Angkor (que a esa hora ya era gratis) para ver la puesta de sol. Nos pegamos una ducha y una siestecita y a la hora acordaba bajamos a la recepción donde conocimos a una catalana mayor y un poco ida, que nos explico como estaban los precios por aquí para que negociáramos y que no nos timasen.

A la hora de negociar el precio del tuk-tuk para hoy nos pedían 8$ para simplemente un viaje de ida y vuelta (máximo 1 hora) al complejo de Angkor cuando la catalana nos había dicho que a ella le habían cobrado 10$ por todo un día. Negociando yo le comento esto al tío del hotel y se puso cabreado como una mona. Enrabiado fue a buscar a la catalana y se puso a gritarle y a darle la bronca del siglo (a la pobre que estaba en la recepción chequeando el email) de que porque nos había dicho nada a nosotros... A esas nosotros ya enfadados e indigninados por el trato recibido fuimos a hablar con el mánager del hotel quejandonos y diciendo que nos íbamos del hotel de inmediato.

La jefa avergonzada nos pidió disculpas en nombre del hotel y nos negocio un precio justo por el tuk-tuk (es un taxi motocarro) de hoy y el de el mañana todo el dia.



Al final con todo este follón se nos hizo tarde y no pudimos ver la puesta de sol en los templos :(

El taxista nos recomendó que como solo íbamos a estar allí un día, lo mejor era levantarnos al día siguiente muy tempranito, y estar en los templos nada mas abrir a las 5:30 de manera que podemos ver el amanecer y así nos iba a cundir el día mucho mas.






Haciendo caso a tan sabias palabras, nada mas cenar en el centro, nos fuimos a dormir prontito como niños buenos :)



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