lunes, 16 de noviembre de 2009

Día 15: hacia la frontera con Camboya

A las 7:30 como un reloj estamos a la puerta del café donde nos iban a recoger en motos taxi y llevarnos al ferry que salía a las 8:30 para Ha Tien, cuando de repente estando ya montados en las motos taxi y a punto de salir, aparece un charlie así todo zombi y lagañoso pegando chillidos. Al son que los taxistas paran las motos y nos indican que tenemos que bajar.

El sujeto en cuestión era el jefe del local que nos comenta s durad penas (la gente habla ingles MUY MAL) que el barco no sale hoy, y que entonces veremos mañana. Así por las buenas y sin darnos ni una explicación, ni una alternativa...

Ante la expectativa de vernos atrapados en la isla 1 día mas y retrasar nuestros planes, propongo de coger otro ferry (si funcionaba...) que salía a la misma hora pero a otro destino en tierra firme (Rach Gia). El jefecillo en cuestión hace un par de llamadas y nos dice que el ferry de las 8:30 ya esta lleno, pero que hay 2 plazas para el de las 14:00. Sin dudarlo decimos que si. El muy cabroncete intenta hacernos la pua y prueba de hacernos pagar los nuevos billetes, aunque no habíamos usado los antiguos por causas ajenas nuestras!! Después de un rifi-rafe nos dio la razón y aquí todos tan amigos.

Hasta la hora de pillar el ferry estuvimos en nuestro antiguo resort, tumbados en una hamaca, leyendo y viendo a las chanchas del lugar.

El viaje en ferry (que parecía un pepino) tardo 1,5 horas y una vez en el puerto de Rach Gia tuvimos que pillar otros moto taxi hasta lo que a duras penas entendimos era la estación de autobuses para coger el autobús a Chau Doc en la frontera con Camboya y de allí pillar un barco al día siguiente y subir por el Mecong hasta la capital de Camboya (Phon Phem).













De camino a la supuesta "estación de autobuses" en los moto taxis vimos una cosa curiosisima: un tío llevando perros a un restaurante para matarlos y ponerlos en el menú!! Por lo visto aquí la gente en los restaurantes locales come carne de perro...







La supuesta estación de autobuses, que estaba a tomar por culo y en barrio de mala muerte, resulto ser una gasolinera donde habían 2 autobuses del paleolítico que se estaban cayendo a cachos.



Lo curioso es que éramos los únicos occidentales allí y la gente nos miraba como si fuéramos los primeros occidentales que habían visto en su vida. Por primera vez, me sentí MUY observado.

Lo chungo fue que nos miraban con cara de mala leche. Hubo un momento donde Carles y yo estábamos literalmente rodeados de unas 10 personas que nos miraban con cara de pocos amigos. Nosotros nos reíamos y nos imaginábamos que ellos nos veían como "cajeros automáticos andantes" y pensaban a ver cuanto nos podían sacar. Ante esta situación tan incomoda yo intente sonreír y entablar small talk en ingles: que éramos de España, Barcelona, Messi, Ronaldinho.... Nada de nada, no entendían ni una palabra. Pero con todo y eso haciendo gestos y mimos nos pudimos comunicar de alguna manera y sacarle alguna que otra sonrisa aliviando la tensión.

Después de varios retrasos respecto a la hora que nos habían dicho (casi una hora y media). La verdad es que era como hablar con marcianos... Era imposible comunicarte :)
Pues por fin salió el autobús donde nos dieron el timo/sablazo de la estampita: los locales pagaron 4$ y a nosotros nos cobraron lo que les salió de los cojones, que fueron unos 12$. Escaldados y sin tener alternativas tuvimos que pagar... Que vas a hacer? Si no te dejan tirado por ahí...

A mitad de camino nos hicieron salir a todos y los que íbamos a Chau Doc tuvimos que esperar una media hora en una estación de autobuses perdida en un poblacho de mierda hasta que vino un minibus (Sprinter) que nos llevaría a muestro, a esas horas, ansiado y soñado, destino.



Tras varios padres nuestros y una cuantas aves marias llegamos a la soñada estación de autobuses de Chau Doc. Y digo soñada y menciono nuestros rezos y plegarias porque pensábamos que nos íbamos a quedar por el camino, gracias o desgraciadamente al aprendiz de Carlos Sainz de conductor del minibus. Si ya es chungo conducir durante el día en in país lleno de motos, bicis y donde no hay leyes de trafico (con decir que ni el conductor ni los 2 sentados al lado suyo llevaban cinturón de seguridad... uno llevaba puesto un casco de moto...), pues todavía muchísimo peor cuando esto se hace de noche y el conductor se cree que esta en el rally Mecong!! Carles y yo vimos nuestras vidas pasar pie delante de nuestros ojos un par de veces por lo menos, y casi atropeya a un par de peatones.. Vaya viajecito... Estábamos "muertos" de ganas por llegar.

Ya en nuestro destino cansados y exaustos del viaje, ni siquiera discutimos con las hienas que se te acercan nada mas llegar y pillamos el primer (y único a esas horas; 21:30) hotel decente que nos ofrecieron sin rechistar.

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