Te levantas cuando te da la gana, camino al bar restaurante del resort para desayunar te pegas un chapuzón en la piscina zen que tenemos.
Y después de desayunar te dedicas a vagabundear sin rumbo fijo y pérrear por la única calle de la isla (la que la rodea).
Como hace calor, te das un chapuzón en una playita paradisiaca y lees un par de capítulos de "The Power of Now" para ir entrando en el espíritu oriental.
Tomas lunch es uno de los chiringuitos del lugar y vuelves al resort a pegarte otro chapuzón en la piscinita y tomar una siesta a la sombra del parasol.
Al despertarme me fui a la habitación a ver una película: Jennifer's body. En el resort tienen una colección enorme de DVDs (eso si, todos piratas!) gratis que te los prestan para que las veas (todas las habitaciones tienen TV y reproductor DVD).
Y así paso el día... sin grandes historias ni acontecimientos... de relax y sin intención de hacer nada. Simplemente ver ese mar tan fantástico y sentir la brisa del mar en la cara. Perfecto!!
A la hora de cenar cominos un sushi riquísimo y acabmos la noche en el bar irlandés de al lado tomando mojitos y piñas coladas con una holandesa que estaba de lo mas colgada.
El único punto negativo del día fue que la noche anterior en la habitación nos murimos de calor ya que el aire acondicionado no funcionaba: no salía aire frío, solo aire... era como un ventilador. Hoy me he quejado y habrán venido en total como 6 personas diferentes sonriendo, diciendo yes, yes my friend no problem, pero sin que nadie lo arregle... Yo me empiezo a desesperar aquí y todo pinta hacia que esta noche tampoco vaya a funcionar...
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