viernes, 13 de noviembre de 2009

Día 10: La ciudad de Hoi An

Ese día nos levantamos pronto (7.30) para agarrar el bus a Hoi An. Antes de coger la carretera que nos llevaría a nuestro destino, el bus dio una vuelta por toda la ciudad agarrando gente de aquí de allí. Cuando nosotros subimos al bus estaban los asientos de adelante vacíos. Jose y yo quisimos pillarlos pero al hacer el gesto de sentarnos vino el responsable del bus y nos dijo que ni hablar, que nos fuéramos para atrás como los demás.

Mas tarde entedimos el porque ya que en un momento dado paro el bus y subió una familia vietnamita, amigos del responsable, que ocuparon dichos asientos. A eso se le llama trafico de influencias.

3 o 4 horas mas tarde llegamos a Hoi An, una ciudad costera. Durante el viaje fuimos notando que la vegetación iba cambiando pasando del bambú a las palmeras; a la vez también iban apareciendo mas vibraciones de estar en un país tropical cosa que repercutió en nuestro sentido del humor ya que estabamos mas de cachondeo que estos días pasados con tanto trafico y tanta gente.

El bus nos dejo a lado de un hotel que por supuesto quisieron vendernos los que estaban merodeando a los turistas que éramos casi todos los que estábamos en el bus. Nosotros teníamos el nombre de hotel que nos recomendó Alex así que cogimos unas motos con conductor y nos llevaron allí. El hotel parecía estar bien con una piscina interior y una fuente con pecera que contenia unas carpas. Al entrar en la habitación notamos mucha humedad aunque en general estaba en buen estado.

Inmediatamente nos cambiamos y salímos a explorar el pueblo. Cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos una parte antigua colonial y muy bien cuidada; habían muchas tiendecitas de productos artesanales así com de ropa; no si razón llaman a este lugar la ciudad de los sastres ya aquí uno puede encargar un traje a medida que te lo cosen en un día.












Bien, nosotros no compramos ropa, a excepción de algunas camisetas, pero si algunos objetos curiosos como un licor con una serpiente en el interior de la botella.


A eso de las 14:00 decidimos ir a comer y entre tanto restaurante moderno decidimos acercarnos a un sitio de comida local y acertamos! La comida era muy buena y muy barata pero lo mas curioso fue el poder entablar una conversación con las 2 chicas que trabajaban allí. Resulta querrán hermanas y que el tenderete era de la familia; tenían 33 y 17 años y eran muy simpáticas. Trabajaban de 8 a 22 todos los días; solo tenían un dia libre cada dos meses y cuando Jose le pregunto que hacia durante ese día ella contesto " dormir, por supuesto" y rio. Mi sensación es que lo que a nosotros nos parece inaceptable a ellos les parece normal e incluso parecen felices con lo que tienen. Mas tarde ella nos explico, la de 17 años, que ella había dejado de estudiar para ponerse a trabajar esperando su turno para casarse y dejar el negocio y pasar a trabajar en el ámbito de la familia; el futuro marido le seria buscado por los padres y ella daría su consentimiento.



Su hermana mayor que estaba todavía soltera, cosa nada usual para su edad, se la ofrecieron a Jose en matrimonio con el alboroto que eso formo entre todos los lugareños y la cara de vergüenza que tenía la pobre chica. Jose dijo que se lo pensaría , jeje, aunque todos sabíamos que aquello era solamente de cachondeo.










Mas tarde nos fuimos al hotel a descansar para reunir fuerzas para la noche.

A eso de las 21:00 volvimos al centro con la idea de ir a cenar y mas tarde tomar una copa sin que se hiciera muy tarde ya que al dia siguiente el avión salía a las 8 am.







Fuimos al mismo sitio a cenar y de nuevo estuvimos conversando con las chicas; aparte de ser muy agradables cocinaban de muerte; yo por lo menos el pescado que me tome y que acababan de matar unos momentos antes estaba fabuloso y creo que el pollo al grill envuelto en hoja de plátano que Jose se comió también estaba buenísimo. Y todo esto mas 4 cervezas de 1/2 litro nos costo 40 nok!!


En vista de que todavía era relativamente temprano y ya con la panza llena, fuimos en búsqueda de animación; la verdad es que no parecía muy prometedor el tema ya que no había mucha marcha por las calles mi tampoco en los locales; de pronto descubrimos un bareto lleno de "guiris" y allí nos quedamos contemplando a la clientela e interactuando de vez en cuando con alguna " chanchita".



Jose y yo hemos acuñado el termino " chancha o chanchita" según el tamaño del personaje en cuestión, ya que hemos comprobado que la mayoría de las occidentales hacen 2 o 3 veces de alto y de ancho de una vietnamita; en honor a la verdad el termino ya fue acuñado por Sergio, un amigo argentino, que las llama chanchas= cerditas, en fin ya se sabe que en el país de la pampa y de Maradona sacan términos muy precisos para detallar las cosas. Bueno, y ya volviendo al Pub, al ratito entro de pronto un grupo de turistas jóvenes con ganas de cachondeo; estaban celebrando el cumpleaños de una de ellas; eran muy simpaticas e iban disfrazadas. Al ratito estábamos hablando con algunas de ellas. De pronto paso un tipo con propaganda para ir a otro sitio, una fiesta en la playa!



Jose que parecía cansado, despertó de inmediato al escuchar la oferta y ver como medio pub se iba a esa fiesta; yo en esta ocasión tuve que hacer de abogado del diablo y poner freno al desenfreno en el que Jose había entrado; era la 1 y a las 6 teníamos que estar en pie!! Ese fue mi argumento para convencer a Jose el cual ya se había imaginado, fiesta, piscina, espuma, babes todo en un mix y todo la noche..Mi argumento funciono ya que al final nos fuimos a dormir, no sin antes escuchar varias veces de camino al hotel que yo ya estaba mayor y que pronto tendría que ir en taca-taca.

Sabia que al día siguiente me lo agradecería...(aunque debo confesar que lo de la beach party sonaba muy pero que muy bien, jeje).

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